"Es una buena opera prima", dijo el director de cine Flavio Nardini después de ver la película en el camarín de las musas.
"¡Felicitaciones! la peli muestra cómo con poco, se puede hacer mucho", dijo el director de cine Gabriel Sagel.
Dijo el público:
"Las actuaciones son muy reales", Sergio.
"Una historia sencilla, bien contada", Cecilia.
"Hacía tiempo que una película argentina no me parecía auténtica y éso me parece muy valioso", Marina.
"Lograron dar forma a un producto muy sólido, que hace reir, que hace pensar, que hace reflexionar", Ezequiel.
"Las chicas son dos modelos de mujer de la postmodernidad", Natalia.
"Me encantó, el pollo se pasa, todos los personajes son espectaculares, la historia muy completa, la verdad que me divertí muchísimo", Hernán.
Me gustó mucho la película. Me pareció muy emotiva, por momentos la ironía y la exageración del ridículo me daban muchísima risa y después el patetismo de la situación o los conflictos de los personajes me penetraban de angustia. Hacía tiempo que una película argentina no me parecía auténtica y éso me parece muy valioso. A mi prima y a mi amiga también les gustó mucho y las tres somos bien diferentes.
ResponderEliminarprometo recomendarla
Un abrazo enorme!!
Marina
Las actuaciones están bárbaras... La flaca, muy gestual, se entiende bien el personaje. Me gustó la escena final también, cuando la flaca duda si abrir o no la puerta y pasar nuevamente... todo ese transcurso del desenlace funciona bien. El almohadón como objeto que sostiene a Karina, con lo único real que se relaciona esta mina... Parecería ser el único objeto de deseo que tiene, que justamente la sostiene (se sienta arriba).
ResponderEliminarSe me hizo un poco largo el tema del pollo disjockey y el del delivery... pero está bien, igual es dinámico.
El personaje de la flaca es el eje de la peli. Las chicas son dos modelos de mujer de la postmodernidad y de esta era de la imagen, de lo efímero, de lo que aparenta, se vive mostrando... y como aparentemente nada falta, se construye como una pura falta. De hecho, falta la fiesta, falta la gente, falta el dialogo y todo esto transcurre en un ruido bolichero (para nadie) en donde nada se escucha.
De las dos, una se hace más la pendeja, más superficial, nada quiere saber de lo que falla en el mundo y por eso vive en un mundo virtual. Está claro. Y el personaje está muy bien. Pero la otra, que es más ingenua, un poco más avejentada, más tradicional, que todo le cuesta un perú y está orgullosa de sus logros: cantar ante amigos y parientes, tener 3 empleados de una micro empresa de manteles... que pareciera que va concretando de a poquito una vida, pero va concretando... sin embargo, tampoco quiere saber nada de su soledad, de lo sola que se siente aunque diga que está bien así.
Pensar que en algún punto estas dos fueron amigas... y se conocieron nada menos que en un curso de pintura de almohadones!! ¿quién hace esos cursos para pintar a mano almohadones??!! no es poco... no cualquiera, jaja. Se me ocurre que desde siempre están solas. Las une esta fuerte soledad, esta dificultad para enfrentar los vínculos reales.
¿por qué la flaca es el eje de la película? Porque ella creía que esta mina era su amiga, y la historia muestra algo de lo que se cae en ella... se cae la ilusión de cierta manera. Cuando se pinta en el baño, se mira al espejo, cuando se saca la hebilla con forma de corazón y de reojo lo mira al del delivery... hay un reencuentro, que lejos de ser con su amiga, es con su propia soledad.
Así que bueno, me gustó!.
beso
Nati